Era todo como en las imágenes, decorado con muy buen gusto, todo muy limpio y cómodo. La playa muy cerca, al final de la calle a cinco minutos caminando. Ideal para quien busque desconectar de la rutina, sitio muy bonito y tranquilo al que no dudaría en volver. Jan y Eva son unos anfitriones encantadores y atentos con los que da gusto entablar cualquier conversación. Totalmente recomendable 10/10.